domingo, 28 de abril de 2013

martes, 2 de abril de 2013

Conceptos de realidad


¿Qué es la realidad?
Hay muchas formas de definirla porque es un término equívoco, por lo cual cualquier intento de precisión necesita una explicación.

Concepto de realidad. Diccionario filosófico de Rosental y Iudin
Es aquello que existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tal realidad es la realidad objetiva, en este sentido se distingue no sólo de todo lo aparente, imaginario y fantástico, sino, además de lo que es solamente lógico (concebido),... también se diferencia de todo lo que sólo es posible, probable, aunque aún no exista.
Realidad objetiva: todo el mundo material en su conjunto. Respecto al individuo,es todo lo que existe fuera de su conciencia y es reflejado por ella. Pero el mismo individuo, con su conciencia, es realidad objetiva respecto a otras personas.

Profesores: JUAN CARLOS YEANPLONG – JUAN CARLOS URSE :
Concepto de realidad
Nosotros entendemos por realidad todo lo que existe efectivamente. El conjunto de objetos materiales y culturales y las estructuras funcionales que los relacionan, que se oponen a nosotros y a las cuales también pertenecemos. Pero estas realidades presentan como característica identificatoria el hecho de ser procesales, de desarrollarse en el marco concreto de la historia, de estar en devenir. La realidad es lo que hubo, lo que hay y lo que habrá. Para evitar confusiones es necesario distinguir diferentes “niveles de realidad”: hay realidades psicológicas, sociales, históricas, científicas, artísticas, etc. Acorde a esto, la realidad no puede definirse exclusivamente por su carácter objetivo; mejor, diríamos que es a la vez, objetiva y subjetiva, puesto que si resulta de la aprehensión (captación) impositiva de alguna cosa externa o interna, de algo dado, es también el escenario
donde el hombre proyecta sus amplias redes de significaciones.

Teoría del conocimiento - Hessen


El fenómeno del conocimiento y los problemas contenidos en él
(Problemas gnoseológicos)

La teoría del conocimiento es una explicación e interpretación filosófica del
conocimiento humano. .. Hace falta, observar con rigor y describir con exactitud
lo que llamamos conocimiento.
Hagámoslo, tratando de aprehender los rasgos esenciales generales de este
fenómeno, mediante la autorreflexión sobre lo que vivimos cuando hablamos
del conocimiento. Este método se llama el fenomenológico, ... aspira a
aprehender la esencia general en el fenómeno concreto... lo esencial a todo
conocimiento, en qué consiste su estructura general.
Si empleamos este método, el fenómeno del conocimiento se nos presenta
en sus rasgos fundamentales de la siguiente manera:
- En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el
sujeto y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre
estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno
del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del
conocimiento.
-La relación entre los dos miembros es a la vez una correlación. El sujeto sólo es
sujeto para un objeto y el objeto sólo es objeto para un sujeto. Ambos sólo son lo
que son en cuanto son para el otro.
-Pero esta correlación no es reversible. Ser sujeto es algo completamente
distinto que ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la
del objeto en ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.
Vista desde el sujeto, esta aprehensión se presenta como una salida del sujeto
fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura
de las propiedades de éste. El objeto no es arrastrado, empero, dentro de la
esfera del sujeto, sino que permanece trascendente a él. No en el objeto,
sino en el sujeto, cambia algo por obra de la función de conocimiento. En
el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades del objeto, surge una
"imagen" del objeto.
Visto desde el objeto, el conocimiento se presenta como una transferencia de
las propiedades del objeto al sujeto. Al trascender del sujeto a la esfera del objeto
corresponde un trascender del objeto
a la esfera del sujeto. Ambos son sólo distintos aspectos del mismo acto. Pero en
éste tiene el objeto el predominio sobre el sujeto. El objeto es el determinante,
el sujeto el determinado. El conocimiento puede definirse, por ende, como una
determinación del sujeto por el objeto. Pero lo determinado no es el sujeto pura y
simplemente, sino tan sólo la imagen del objeto en él. Esta imagen es objetiva, en
cuanto que lleva en sí los rasgos del objeto. Siendo distinta del objeto, se halla en
cierto modo entre el sujeto y el objeto. Constituye el instrumento mediante el cual la
conciencia cognoscente aprehende su objeto.
Puesto que el conocimiento es una determinación del sujeto por el objeto, queda
dicho que el sujeto se conduce receptivamente frente al objeto. Esta receptividad
no significa, empero, pasividad. Por el contrario, puede hablarse de una actividad y
espontaneidad del sujeto en el conocimiento. Ésta no se refiere, sin embargo, al
objeto, sino a la imagen del objeto, en que la conciencia puede muy bien tener
parte, contribuyendo a engendrarla. La receptividad frente al objeto y la
espontaneidad frente a la imagen del objeto en el sujeto son perfectamente
compatibles.
Al determinar al sujeto, el objeto se muestra independiente de él,
trascendente a él. Todo conocimiento menta ("intende") un objeto, que es
independiente de la conciencia cognoscente. El carácter de trascendentes es
propio, por ende, a todos los objetos del conocimiento.

Dividimos los objetos en reales e ideales. Llamamos real a todo lo que nos es dado
en la experiencia externa o interna o se infiere de ella. Los objetos ideales se
presentan, por el contrario, como irreales, como meramente pensados.
Objetos ideales son, por ejemplo, los sujetos de la matemática, los números
y las figuras geométricas.
El sujeto y el objeto no se agotan en su ser el uno para el otro, sino que tienen
además un ser en sí. Este consiste, para el objeto, en lo que aún hay de
desconocido en él. En el sujeto reside en lo que él sea además de sujeto
cognoscente. Pues además de conocer, el sujeto siente y quiere. Así, el objeto deja
de ser objeto cuando sale de la correlación; y en este caso el sujeto sólo deja de ser
sujeto cognoscente.
El concepto de la verdad se relaciona estrechamente con la esencia del
conocimiento. Verdadero conocimiento es tan sólo el conocimiento verdadero.
Un "conocimiento falso" no es propiamente conocimiento, sino error e
ilusión. Mas ¿en qué consiste la verdad del conocimiento? Según lo dicho,
debe radicar en la concordancia de la "imagen" con el objeto. Un
conocimiento es verdadero si su contenido concuerda con el objeto mentado.
Este objeto, en cambio, no puede ser verdadero ni falso; se encuentra en
cierto modo más allá de la verdad y la falsedad. Una representación
inadecuada puede ser, por el contrario, absolutamente verdadera. Pues aunque
sea incompleta, puede ser exacta, si las notas que contiene existen realmente en el
objeto.
Pero no basta que un conocimiento sea verdadero; necesitamos poder alcanzar la
certeza de que es verdadero. Esto suscita la cuestión: ¿en qué podemos conocer si
un conocimiento es verdadero? Es la cuestión del criterio de la verdad.

Si profundizamos una vez más en la descripción del fenómeno del conocimiento
anteriormente dada, encontraremos sin dificultad que son ante todo cuatro
problemas principales los que implican los datos fenomenológicos. Hemos visto
que el conocimiento significa una relación entre un sujeto y un objeto, que
entran, por decirlo así, en contacto mutuo; el sujeto aprehende el objeto. Lo
primero que cabe preguntar es, por ende, si esta concepción de la conciencia
natural es justa, si tiene lugar realmente este contacto entre el sujeto y el objeto.
¿Puede el sujeto aprehender realmente el objeto?: Esta es la cuestión de la
posibilidad del conocimiento humano.
Tropezamos con otro problema cuando consideramos de cerca la estructura del
sujeto cognoscente.
Es ésta una estructura dualista. El hombre es un ser espiritual y sensible.
Consiguientemente, distinguimos un conocimiento espiritual y un conocimiento
sensible. La fuente del primero es la razón; la del último, la experiencia. Se pregunta
de qué fuente saca principalmente sus contenidos la conciencia cognoscente. ¿Es
la razón o la experiencia la fuente y base del conocimiento humano? Ésta es la
cuestión del origen del conocimiento.
Llegamos al verdadero problema central de la teoría del conocimiento cuando
fijamos la vista en la relación del sujeto y el objeto. En la descripción
fenomenológica, caracterizamos esta relación como una determinación del sujeto
por el objeto. Pero también cabe preguntar si esta concepción de la
conciencia natural es la justa. Como veremos más tarde, numerosos e importantes
filósofos han definido esta relación justamente en el sentido contrario. Según
ellos, la verdadera situación de hecho es justamente inversa: no es el objeto el
que determina al sujeto, sino que el sujeto determina al objeto. La conciencia
cognoscente no se conduce receptivamente frente a su objeto, sino activa y
espontáneamente. Cabe preguntar, pues, cuál de las dos interpretaciones del
fenómeno del
conocimiento es la justa. Podemos designar brevemente este problema como la
cuestión de la esencia del conocimiento humano.
....
Un último problema entró en nuestro círculo visual al término de la descripción
fenomenológica: la cuestión del criterio de la verdad. Si hay un conocimiento
verdadero, ¿en qué podemos conocer esta su verdad? ¿Cuál es el criterio que nos
dice, en el caso concreto, si un conocimiento es o no verdadero?

Piensa en las definiciones posibles del conocimiento (señalado con negrita) ¿estás de acuerdo con una de ellas, con ninguna, con las dos? fundamenta.

Explica los cuatro problemas de la teoría del conocimiento o GNOSEOLOGÍA. (Aparecen subrayados)