lunes, 23 de junio de 2014

Repaso: Idealismo realista- Ortega y Gasset

Para los realistas –como diría Ortega y Gasset– el mundo es para afuera, mientras que para los idealistas el mundo es para adentro; y esto afecta no sólo al conocimiento sino a la forma de ver la realidad, y por tanto, a las acciones y actitudes humanas.
Criticó el realismo y el idealismo. El realismo puede resumirse en la actitud filosófica consistente en suponer que la verdadera realidad son las cosas en sí mismas, independientemente de que éstas sean o no pensadas.

Para el autor, ell dato principal del Universo es el pensamiento y las cosas, el yo con las cosas.
Lo fundamental, no es la cosa en sí o la idea de la misma, es estar yo ahí en relación directa con la cosa que propiciará mi pensamiento.

Se trata de un encontrarse a sí mismo en el mundo y, en tanto que así se sabe, se advierte en plena relación con la cosa, en plena ocupación con ella, haciéndose cargo de ella y de todos cuantos seres le rodean a ese yo y configuran su mundo .

El realismo ingenuo parte de la existencia de lo dado. Asume de un modo acrítico que lo que se le presenta a la vista es tal y como aparece, y piensa que el universo está ya ahí (es lo que la fenomenología llamará “actitud natural”). Se presupone que hay un mundo objetivo, en el que las cosas se manifiestan tal y como son (objetivismo)

El idealismo nos expulsa del mundo. “El yo, el sujeto, se traga el mundo exterior”, y ya no cabe aceptar ingenuamente la existencia de un mundo exterior en el que las cosas son tal y como se me presentan. Por eso es necesario liberar al yo de la prisión en la que él mismo se ha encerrado, desconfiando de la realidad, que es interpretada como un posible engaño, una ilusión.
El Idealismo subjetiviza el mundo, lo convierte en un contenido más de mi conciencia, de mi pensamiento. 

Ni el sujeto ni el mundo son substanciales sino ambos, por eso menciona que toda superación es conservación, en el sentido de que su postura todavía tiene el idealismo y el realismo pero superados. De esta visión surge una categoría que es importante para Ortega la cual es la vida, el vivir de cada cual, porque si para los antiguos –como él mismo sigue diciendo– el ser significa cosa, o para los modernos el ser significa intimidad, para él ser significa vivir. En el vivir es donde el hombre se da cuenta de esta correlación que existe entre el sujeto y el objeto. “De lo que me doy cuenta es de que existen dos cosas distintas, aunque unidas la una a la otra: yo que veo la estrella y la estrella que es vista por mí. Ella necesita de mí, pero yo necesito también de ella. La verdad radical es la coexistencia de mí con el mundo. Existir es primordialmente coexistir –es ver algo que no soy yo, amar yo a otro ser, sufrir yo de las cosas.[14]


Tomado en parte de: abrahamsiloe.blogspot.com/.../superacion-del-idealismo-y-realismo.html

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